Parece que el topónimo de Collazos provenga del sustantivo latino “collis” con significado de collado, colina, altura, al que se añadió el despectivo –azos, dando lugar a la idea total de lugar de los oteros bajos, etc. Así, parece también corroborar la abundancia de estos accidentes geográficos en esa zona del Boedo, el nombre de la localidad de Oteros de Boedo, entidad local menor incorporada a este municipio.
Ya en la documentación de Alfonso VIII, uno de sus diplomas del año 1177 se denomina al lugar como “Collazos”, existiendo este mismo topónimo en otras 28 provincias españolas.
La iglesia parroquial de Santa Lucía de Collazos, está levantada a base de ladrillo y mampostería, templo edificado en estilo barroco, si bien conserva una bella portada del románico tardío que se puede datar en el siglo XIII y un interesante ábside. Dispone el templo de una sola nave que se cubre con bóveda de arista y bellas crucerías góticas en la bóveda del Presbiterio. La portada citada cisterciense de arcos apuntados se abre en el lado de la Epístola.
En el lado del Evangelio destaca su retablo neoclásico con unas esculturas del Calvario y en el Presbiterio, el retablo mayor es del siglo XVIII. Cuenta con capiteles románicos en su arco triunfal con temas dedicados a un caballero victorioso y a Sansón y el león.
Pero, ante todo, en el lado de la Epístola, resalta una exquisita escultura del gran Alejo de Bahía a San Sebastián; una escultura del Niño Jesús del siglo XVII y otra de la Virgen con el Niño del siglo siguiente.
Aún en el siglo XVI contaba Collazos con una ermita que advocaba a San Miguel de Montes Claros.
Por su parte, la iglesia parroquial San Juan Evangelista de Oteros de Boedo es de mampostería y cantería y está levantada en una nave que se divide en tres tramos cubiertos con bóveda de arista y de crucería en el Presbiterio. Su torre es de tres cuerpos y su basamento de piedra. Un pórtico y portada de arco de medio punto se abre en el lado de la Epístola.
En el lado del Evangelio sobresalen unas esculturas de San José y San Antón, del siglo XVII y en el de la Epístola, una escultura de la Inmaculada del siglo XVI. El retablo mayor del Presbiterio es de la primera mitad del siglo XVII con una escultura de San Juan Bautista del siglo XVIII.
A mediados del siglo XIX, Collazos disponía de 38 vecinos o bien 198 habitantes y Oteros de Boedo 16 y 83 respectivamente. Ya unidos los dos en ayuntamientos, Collazos de Boedo, contaba con 426 habitantes en 1900, con 428 en 1930, con igual cantidad, curiosamente, 1960 y con 146 en 2006.